El departamento de Ayacucho, en la ruda serranía del sureste, es cruzado por dos cordilleras que lo dividen en tres unidades geográficas: de altiplanicies hacia el sur, de abrupta serranía al centro y selvático y tropical al noreste. Por las tierras ayacuchanas se viaja en un paisaje poblado de cumbres de las cordilleras Occidental y Oriental de los Andes, para descender vertiginosamente –hacia el noreste– a las cálidas tierras de la margen derecha del rio Apurimac, cuyo curso sirve de límite entre los departamentos de Ayacucho y Cuzco. En su amplia extensión casi desértica de grandes alturas (4 mil msnm promedio), barrida por los frígidos vientos de las punas en las que crecen millares de cactus, se abren de cuando en cuando abrigados y pintorescos valles; o se extienden las históricas y desoladas pampas de Cangallo, Quinua y Chupas. Al sur de estos gigantescos laberintos andinos se encuentran el volcán Sara Sara y la hermosa laguna de Parinacochas.